Un cielo sin límites

Un cielo sin límites

A sus 16 años, Isidora Vásquez siempre ha tenido sus metas claras. Esas que va construyendo
paso a paso y sin apuro, en una carrera deportiva que va en ascenso. Eso sí, al mismo tiempo,
es consciente que primero debe hacerse un nombre en el medio nacional y que mejor que
hacerlo en el equipo estelar de Colo Colo. Ahí, en la actualidad alterna en los entrenamientos
con el primer equipo, donde es convocada por la entrenadora Tatiele Silveira, desde la
categoría Sub 20.
Desde sus inicios, su padre, Daniel “Pupo” Vásquez, vio en ella un interés incontrarrestable
hacia este deporte, lo que lo impulsaron a potenciar sus cualidades con prácticas vespertinas
desarrolladas en una cancha del Orchard College de Curicó. Control de balón y conducción en
velocidad, eran parte de la rutina que ambos potenciaron desde sus inicios, para ir puliendo
su talento con los años.
Pero no todo fue color de rosa en la vida de “Isi”, porque en un comienzo  tuvo que lidiar con
la exclusión de las niñas en un deporte mayoritariamente para hombres. “Me costó mucho
ingresar a una escuela, porque no era tan llamativo en ese tiempo. Además jugaba poco”,
señala.
Lo anterior, fue confirmado por su padre. “Creían que sería un problema, pero su constancia
los convenció de que si podía”, recuerda.
Ya en la Escuela de Fútbol de Curicó Unido (EFU), el exlateral y director técnico albirrojo,
Patricio Gutiérrez, vio el potencial de Isidora. Por ello, no dudó en llevarla a las divisiones
menores del club albirrojo comenzando así su participación en el fútbol joven, teniendo su
debut a los 10 años ante Puerto Montt en el Estadio Chinquihue. “Ella muy chiquita y flaca,
pero sabíamos que tenía talento”, agrega su primogénito.
Luego de cinco años, Isidora logró consolidarse en el equipo curicano, pero sus expectativas
siempre han tenido un techo superior. Por ello, buscó la forma de sumar un nuevo desafío,
fuera de tierras curicanas.
Debido a lo anterior, tomó la decisión de ir  a las pruebas masivas de Colo Colo en el Estadio
Monumental, donde fue observada por el emblemático jugador albo, hoy director técnico de la
selección chilena, Luis Mena, quien vio en ella una potencial futbolista para reforzar a la
institución, por lo que sólo con 14 años, la joven promesa tomó la decisión de ir por esta
oportunidad, lejos de su Curicó natal, teniendo en cuenta los costos de llegar a la capital
prácticamente sola.    
 “Al comienzo fue difícil”, reconoce, “pero sabía que no iba a volver, por lo que con el tiempo
comencé la adaptación. Imagínate, con 13 años, alejada de mi familia, pero esto es lo que me
gusta y que a lo que me quiero dedicar. Fue la mejor decisión que tomé”, agrega.
 

Ya en Santiago, su padre reconoce que lo más complejo fue igualar el nivel, sobre todo en lo
físico, pero con el tiempo “se puso a tono y pudo mostrar su mejor potencia”.
Ya instalada en Macul, viviendo en cercanías del Estadio Monumental, tiene como compañera
de hogar a otra exponente del fútbol maulino, la goleadora del primer equipo y figura de la
selección chilena, la lontuenina Javiera Grez, quien se ha transformado en una buena amiga,
aconsejándola en esta etapa. “Siempre bromea conmigo. Me dice, cuando vas a hacer los goles
que hago yo”, sostiene en tono de broma.
Si bien Isidora llegó como una volante central al equipo albo, su despliegue y fondo físico hizo
que pasara a ocupar la plaza de lateral. “Soy de ida y vuelta”, dice. Desde esa posición, se ha
ganado un puesto en la titularidad siendo participé de en cuatro finales del Fútbol Joven ANFP
en su respectivas categorías, consiguiendo dos títulos.
Con el tiempo, Vázquez ha pasado a integrar diversos microciclos de la selección chilena Sub
17, un paso más hacia el objetivo de cumplir sus sueños; En primera instancia consagrarse en
el fútbol nacional y posteriormente jugar en el extranjero, específicamente en el Barcelona.  
En relación a sus estudios, Isi tiene la facultad de realizar exámenes libres desde el Colegio
San Alfonso, entidad con la que está en permanente contacto para completar guías y recibir el
material de estudio y finalizar así su educación media.
En este sentido, la joven futbolista sabe que toda etapa tiene su momento, por lo que prefiere
avanzar a paso lento en una promisoria carrera con mirar al extranjero.
 Por lo pronto, hoy disfruta de la vida, así también es consciente de que su familia está
apoyándola, así también sus  amigas.
El techo de Isidora no tiene límite, aunque es consciente de que esto recién comienza.

Angel Guerrero