“Quise dejar de jugar fútbol”: la confesión de una figura de la Roja Femenina

“Quise dejar de jugar fútbol”: la confesión de una figura de la Roja Femenina

Karen Araya (30) es una referente dentro de la Selección Chilena que dirá presente en Tokio 2020. Hace algunos años, la volante debió sortear duros momentos en su carrera.

Karen Araya (30) es una líder dentro de la cancha. La oriunda de Puente Alto tiene una carrera llena de éxitos en el fútbol femenino. Desde Colo Colo, donde logró la primera Copa Libertadores para el país, hasta su destacado desempeño con la selección chilena femenina, cuyo papel protagónico fue fundamental en la clasificación del equipo para el Mundial de Francia 2019 y, ahora, para los Juegos Olímpicos de Tokio.

Pero no todo ha sido fácil para la habilidosa volante. Antes de que los éxitos llegaran, vivió junto a la Roja un periodo oscuro. “Llegó Jadue y no hubo partidos internacionales, salimos del ranking FIFA y desapareció la selección femenina. El campeonato tampoco agarraba fuerza. Fue súper triste y doloroso. Son dos caras de la moneda: antes del Mundial fue todo maravilloso y color de rosas, pero después se nos vino la noche”, confiesa.

– ¿Cómo ha vivido esta temporada con Santiago Morning?

– Estoy feliz en el ‘Chago’, contenta por todas las cosas que hemos logrado y hecho bien. En la cancha se ve reflejado todo lo que hacemos y logramos día a día. Santiago Morning está trabajando muy bien desde hace largo rato y eso se refleja en los resultados. Esperemos que todo siga igual de bien que ahora.

– A usted le tocó disputar los torneos amateurs con la ANFA y ahora el campeonato de la ANFP, ¿cómo ha visto todo el proceso de profesionalización del fútbol femenino en el país?

– La verdad es que lo he visto lento, pero aún así es lindo ver que existen cambios. Me acuerdo que hace varios años había estado en el ‘Chago’ y después partí a jugar al exterior. En ese entonces, en el equipo no teníamos los implementos necesarios. Teníamos dos profesores, el entrenador y el preparador físico, y no había nadie más. Ahora es todo lo contrario, un cambio radical. Ahora tenemos ropa para entrenar, antes cada una iba con lo suyo. Tenemos balones para todas las jugadoras, antes era uno para diez. Hay mucha gente capacitada y profesionales que están en el fútbol. Ahí te vas dando cuenta de que existe un cambio más allá de que Santiago Morning haya hecho contratos profesionales, ahí no queda tema de la profesionalizacíon. El fútbol femenino se volvió profesional en el momento en que empezamos a entrenar todos los días, nos dieron las implementaciones básicas y necesarias para rendir bien, el tener profesores capacitados para todo lo que queremos. Ahí es donde el ‘Chago’ puso ese cambio.

– El fútbol femenino en Chile empieza a crecer a partir del Mundial Sub 20 que se hizo en el país en 2008, pero después viene una época de estancamiento en el mandato de Sergio Jadue. ¿Cómo vivió ese periodo?

– Me tocó ser parte de ese Mundial Sub 20 y fue un periodo muy lindo. Estábamos recién partiendo, había llegado una entrenadora de España que era alucinante y todas las cosas eran mágicas. Fue muy duro también, pero siempre pensé que a partir de ahí la cosa agarraría vuelo. Lamentablemente no fue así. Llegó Jadue y no hubo partidos internacionales, salimos del ranking FIFA y desapareció la Selección Femenina. El campeonato tampoco agarraba fuerza. Fue un periodo súper triste y doloroso. Son dos caras de la moneda: antes del Mundial fue todo maravilloso y color de rosas, pero después se nos vino la noche.

– ¿Qué tan valioso para usted ha sido el representar a Chile en Copa América y el Mundial de Francia 2019?

– La verdad es que para mí vestir la camiseta siempre será un orgullo. Desde niña, cuando me tocó por primera vez, lo siento así. Sigo con la misma ilusión, la cual ahora me lleva a los Juegos Olímpicos. Es muy lindo representar a Chile, un orgullo. Siempre defenderé a muerto los colores del país.

– Hoy en día las jóvenes sueñan con jugar con la Roja y salir al extranjero, algo que cuando ustedes estaban recién empezando era muy difícil de imaginar. ¿Cómo analiza a la nueva camada de jugadoras que vienen después de ustedes?

– Cuando yo tenía 16 años, con el hecho de llegar a la Selección femenina ya era la más feliz y pensaba que no había un mundo más allá. Con el paso de los años me fui dando cuenta que si había otras cosas. Hoy en día las puertas para irse a jugar a fuera están ahí. No es descabellado pensar en algo así. A medida que Chile vaya teniendo una buena base de jugadoras, que los clubes se comprometan a trabajar en las divisiones menores femenina, todo se va a lograr. Los sueños son para hacerse realidad. Tiene que haber un trabajo de por medio y un sacrificio de las jugadoras. Ahora estoy con un poco de pena, porque en Chile se juega la Primera División, pero la Segunda División y las juveniles están botadas, así no podremos lograr el ver nuevas generaciones y tener un recambio. Las niñas no están entrenando y los clubes no llaman a las más chicas. Cuando iniciamos nosotros el torneo, me acuerdo de que no pudimos jugar las dos primeras fechas porque los planteles no habían entrenado, eso habla un poco de que los clubes no están interesados realmente en el desarrollo del fútbol femenino. Que no juegue la Segunda división y la Sub-17 está mal. Nosotras tenemos que manifestar nuestro malestar.

– Le tocó jugar en España y Brasil, ¿cómo fueron esas experiencias para usted y cuáles son las diferencias con el fútbol femenino en Chile?

– Fueron experiencias muy lindas. En Brasil la gente tiene una alegría inmensa y todo para ellos es fútbol, se respira eso. Ahí ya notaba un gran cambio. Cuando llegué al club, en el complejo donde entrenábamos había un camarín para la rama femenina, y eso en Chile no pasaba. Entrenábamos todos los días, por las mañanas gimnasio y por las tardes cancha. En España fue algo radical, nosotras teníamos nuestro propio campo para el fútbol femenino. La infraestructura de los clubes, el aporte a las jugadoras, el personal médico, los camarines, que la ropa sea de tu talla. Es un cambio de cultura muy grande. Allá en España había niñas que entrenaban desde los 10 años, acá en Chile nunca se ha visto eso. La Liga allá es muy competitiva, no como acá que un fin de semana puede haber un resultado de 11-0. Los partidos más abultados eran 4-1 o 3-1.

– ¿Qué hace falta para que en Chile se llegué a un nivel así?

– Más que nada es voluntad de los clubes por querer mejorar. Que sus jugadoras trabajen al 100% y haya profesionales dedicados al fútbol femenino. Que las jugadoras puedan vivir y dedicarse completamente al fútbol. Cuando jugué acá por primera vez, yo estudiaba, trabajaba y jugaba. Todos los días lo mismo. El día del partido llegaba muerto a jugar. Cuando me fui a Brasil y España me di cuenta de lo que lo único que debía hacer era entrenar y el resto del día descansar. Sin duda, el tener que estudiar, trabajar y rendir es muy difícil. De eso se dio cuenta el presidente de Santiago Morning, Sebastián Nasur, que empezó a hacerle contrato a las jugadoras. Acá entrenamos en las mañanas y durante las tardes tenemos el tiempo libre para descansar, estar a disposición del club o algún trabaja del PF.

Los Juegos Olímpicos y su futuro

– ¿Cuáles son sus expectativas de cara a su participación en los Juegos Olímpicos?

– Estoy muy contenta de poder ser parte de este proceso, de poder estar ahí y tener la posibilidad de viajar a un evento tan importante. Los Juegos Olímpicos es la cita más importante para cualquier deportista. Creo que lo más importante es que vamos a ir a competir y no solo a participar o ver que pasa. Vamos a competir y tratar de hacer lo mejor posible para dejar bien puesto el nombre de Chile. Tenemos profesores que analizan los rivales, ven sus debilidades y donde nosotras podemos atacar esos fallos. Ya estar dentro de las 12 selecciones es algo increíble. No es como un Mundial, donde hay muchas más selecciones. A Tokio van el top.

– Hace unos días se entregó la nómina para Tokio y una de las ausencias que más llamó la atención fue la de Ryann Torrero, ¿pudo hablar con ella?

– A Ryann no la habían citado para la fecha FIFA y no había sido una sorpresa. Yo soy de tener una buena relación con todas y Ryann se me acercó el fin de semana para conversar conmigo. Más que nada la escuché, trato de ponerme en su posición y entenderla un poco. Yo le dije que nosotras no podemos hacer mucho y él que decide es el profe Letelier. Le dije que estuviera tranquila.

– Pensando para un futuro, ¿le gustaría seguir ligada al fútbol femenino después de retirarse?

-Por ahora estoy tranquila, esperando el ver que pasa. Tengo clara que el fútbol en mi vida se acabará en algún momento, pero si me interesa seguir ligada al fútbol femenino, como entrenadora o dirigente. Creo que sería importante que nosotras mismas, que llevamos muchos años en la selección o en el fútbol femenino, que seamos parte de la competencia desde otro punto de vista. Me gustaría ser entrenadora. Después de terminar mi carrera voy a pensar en eso.

– ¿Cuál ha sido el momento más difícil que le ha tocado vivir?

– Hubo varios momentos difíciles, unos en el que sabía que el fútbol no me daba nada y querer dejarlo. El no querer seguir jugando, porque mas que un aporte era un gasto en mi vida, y me quitaba mucho tiempo. Yo creo que ese es uno de los momentos más difíciles, cuando quise dejar de jugar al fútbol. Bueno, me duró un par de días y después volví. Ha habido momentos difíciles, pero los volvería a vivir. Cuando uno más pierde es cuando más se aprende. Lo que te dije antes igual, lo de estar sin ranking FIFA, sin competir y con Jadue en la ANFP. Una vez me lesioné y estuve fuera de la cancha un año.

Fuente: as.com

Angel Guerrero

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